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La soledad de un sombrero


Sentado en la plaza el cielo empieza a escupir,
sus pecados caen pesados sobre mi sombrero,
no buscaré refugio, la iglesia está cerrada.

Voy a la casa en busca de sueño,
pero he dejado de ser más su dueño.

Violenta, fría y desnuda me espera dónde siempre,
en la mañana con camisa mía puesta me preparará café.

Goyette Dos Gallos

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De piedras y girasoles


Alegre me ves tras la noticia tan anhelada,
del fin continuo de nuestra separación.

Ahora sabemos que estoy hecho,
de piedras y girasoles.

Tus ojos de olivo buscan de nuevo,
una sonrisa saturada del placer blasfemo del domingo.

Mañana es el otro día.

Goyette Dos Gallos

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Muriendo de juventud


Deambulo muriendo de juventud,
la sonrisa de la vida me alcanza en la oscuridad.

Lejano Oriente que me vio nacer,
en el centro de la esperanza conservadora.

Mis pies disfrutan la piedra vieja,
alimento de mi sueño ancestral.

He de volver al lugar desconocido de mi lengua,
para sentarme y beber un poco de impaciencia,
y saber que mis venas son del mar furioso y claro,
de la comitiva de la razón.

Goyette Dos Gallos

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Enterrarte


Aún no te olvido,
aún no he olvidado tu mano,
ni cuándo me decías te quiero.

Aún no olvido tu traición y,
el fin de nuestra pasión.

Aún no olvido cuándo me entregaste,
como judas al nazareno presa de los romanos.

Aún no olvido ese sentimiento ambivalente,
el odiarte, el amarte, el desear enterrarte.

Qué mis deseos te lleguen hasta allá abajo.

Goyette Dos Gallos

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La mancha azul


Sangre y disparos un veintiséis de julio de un lejano cincuenta y tres,
exilio que conduce a una fría noche en la gran Tenochtitlán,
con sabor a plática de política internacional.

Días tormentosos a bordo de aquella vieja embarcación,
la realidad se haría presente en el desembarco, pocos hombres y menos fúsiles.

Sobreviviendo a un ciclón, bombardeos continuos,
asedio de tropas Batistianas, la marcha nocturna que mata.

Descanso sobre inundadas zonas de injusticia,
bebiendo la sucia agua del pantano, y si queda algo,
comiendo quizá dos veces por semana.

Reflejo de gente exhausta y hambrienta, cruzando ríos desbordados
y canales convertidos en raudales llenos de furia,
sólo los levanta y anima una visión.

Una mancha azul al occidente, un macizo montañoso de "Las villas",
es la nueva promesa para los guerrilleros heroicos de la próxima etapa revolucionaria.

Goyette Dos Gallos