La hija de Sión
Me atrevo a recitar en hebreo,
mordiendo las palabras,
sostenidas por ropajes
y piedras cinceladas.
Es el placer de verte correr,
tras el beso con sabor a
hilos envinados de leche,
en sogas atadas a los muelles.
Muertos abriéndoles canales a las
entrañas de prófugas perversiones,
ancladas a la virgen de los marineros,
sucios, amantes y carroñeros.
Goyette Dos Gallos
mordiendo las palabras,
sostenidas por ropajes
y piedras cinceladas.
Es el placer de verte correr,
tras el beso con sabor a
hilos envinados de leche,
en sogas atadas a los muelles.
Muertos abriéndoles canales a las
entrañas de prófugas perversiones,
ancladas a la virgen de los marineros,
sucios, amantes y carroñeros.
Goyette Dos Gallos
4 comentarios:
Usted se atreve y lo que hace es anclarse en el alma de una y hacer que sus letras empujen hacia el centro.
Un abrazo, Goyette
sempre delicado,
beijos e mais beijos Goyette!
El placer de verle... ahí
lindo mi amigo, que hermoso escribes.
extraño mucho hablar contigo.
un beso grande.
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