Cazador de dragones
En el vientre llevas un fruto,
el mismo que esboza
esa sonrisa invisible,
de quién comete un hurto.
En tus manos llevas caricias
y en tus letras promesas,
que no son mías.
Te quiero desde la lejanía,
de esas plazas que
ya antes recorrías,
de los sueños
que adivinabas
mientras ellos
en tu lecho dormían.
Espero besos en las fotos,
tu llamada con dejo grave,
una frase que nazca de tus ojos,
y un silencio que sea nuestra llave.
Dos Gallos
1 comentarios:
Hermoso...
Fresas para vos y un abrazo.
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