La soledad de un sombrero
Sentado en la plaza el cielo empieza a escupir,
sus pecados caen pesados sobre mi sombrero,
no buscaré refugio, la iglesia está cerrada.
Voy a la casa en busca de sueño,
pero he dejado de ser más su dueño.
Violenta, fría y desnuda me espera dónde siempre,
en la mañana con camisa mía puesta me preparará café.
Goyette Dos Gallos
sus pecados caen pesados sobre mi sombrero,
no buscaré refugio, la iglesia está cerrada.
Voy a la casa en busca de sueño,
pero he dejado de ser más su dueño.
Violenta, fría y desnuda me espera dónde siempre,
en la mañana con camisa mía puesta me preparará café.
Goyette Dos Gallos
4 comentarios:
Gracias por tu reflexión con la que concuerdo y este poema, una delicia.
Gracias y un abrazo
Gab
hola!
muchas gracias por tu comentario
fue todo un halago.
nos estaremos tecleando entonces porque a mi también me gusto mucho tu blogger.
te cuidas!
.............................Belisa
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Compañero gregorio un gusto leer sus poemas; me encanta ese surrealismo convertido palabra.
muy bueno.
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