Vomitar sangre/Andar en carreta/Quemar la biblioteca


Hoy no estoy dispuesto
a perderte en las olas,
de fascinación recuperada,
entre las horas de un querer funesto,
en un funeral de ilusión abandonada.

Con mil rosas en las manos,
vengo a beber contigo,
como todas las noches de arcanos,
te deseo, aquí juntito.

Eres mi ángel musical,
que entona el himno de riego,
etérea presencia en el recital,
donde enciendes por fin, el fuego.

Goyette Dos Gallos


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1 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Cómo me enciendes, Goyette!

Bello y mis besos.