La mujer de Septiembre
Te he esperado las últimas noches de septiembre,
impaciente, y embebido por algo que mueve,
casi nostálgico, deseando tu palabra, gemido y beso,
dejando las sábanas acartonadas de tanto verso.
Una noche en Santiago y otra en Concepción,
de adoloridas manos que explotan
al aroma del viejo puerto y río San Lorenzo,
alimentándonos con poesía y uno que otro queso.
Entre sueños me hundo en tu ser,
que se me antoja profundo y húmedo.
Con los brazos ardorosos y una sonrisa,
me siento dentro, dándote una mordida.
Goyette Dos Gallos
impaciente, y embebido por algo que mueve,
casi nostálgico, deseando tu palabra, gemido y beso,
dejando las sábanas acartonadas de tanto verso.
Una noche en Santiago y otra en Concepción,
de adoloridas manos que explotan
al aroma del viejo puerto y río San Lorenzo,
alimentándonos con poesía y uno que otro queso.
Entre sueños me hundo en tu ser,
que se me antoja profundo y húmedo.
Con los brazos ardorosos y una sonrisa,
me siento dentro, dándote una mordida.
Goyette Dos Gallos
7 comentarios:
Estás ahí, vida mía
Goyette:
aquí te dejo este enlace
un beso
belos versos,
também adoro teus versos meu caro!
beijos
En el suspiro de la última de noche de ese mes sólo quedó la opción de perderse en el deseo repleto de antojo, de nostalgia.
Un saludo.
Hasta luego.
Se fué septiembre, pero nos dejo un poema...
Besos!
Una gran invitaciòn, tan seductora como certera, Goyette.
Ella, rendida a sus pies.
Le dejo mi abrazo y mi beso.
Las noches de Septiembre se alargan como sombras chinescas con forma de mujeres, de la mujer, la que vive en tus versos.
Salud, hermano.
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